Pasar al contenido principal

Ética e IA en la educación superior, ¿Quién controla el futuro del aprendizaje en México?

ia educacion

El crecimiento de la IA en educación es acelerado, con un mercado nacional que proyecta una tasa del 36.6% anual hasta 2030, obliga al sector educativo a actuar con rapidez, pero también con responsabilidad.

La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una herramienta clave en el ámbito educativo, revolucionando la forma en que los estudiantes aprenden y las universidades gestionan sus procesos académicos. En México, su implementación aún está en fase temprana, con instituciones que exploran sus beneficios, pero sin una regulación clara que garantice su uso ético y responsable.

Según una encuesta mundial de la UNESCO que se llevó a cabo en más de 450 escuelas y universidades reveló que menos del 10% han elaborado políticas institucionales y/o directrices formales sobre la utilización de aplicaciones de IA generativa, lo que genera incertidumbre sobre su impacto en la privacidad, la ética, la equidad y la transparencia. "El mayor riesgo es que dejemos de pensar por nosotros mismos. Que normalicemos respuestas automáticas sin cuestionar su origen, su sesgo o su impacto. Si la universidad renuncia a formar ciudadanos críticos, pierde su función transformadora. Por eso insisto en que la IA sin reflexión es una tecnología incompleta, y su uso acrítico puede consolidar desigualdades, desinformación o decisiones injustas. En UNIE Universidad trabajamos para que nuestros estudiantes comprendan el “cómo” de la IA, pero también el “para qué” y el “con qué consecuencias", señala Eva Ireide Martínez De Bartolomé Rincón, Decana de la Facultad de Ciencias Sociales y Aplicadas de la Comunicación de UNIE Universidad.

Es por esto, que la transformación digital del sector educativo en México ha sido impulsada por iniciativas gubernamentales como MéxicoX, una plataforma de educación en línea del gobierno mexicano que ofrece cursos en línea masivos y abiertos (MOOC). Lanzada por la Secretaría de Educación Pública, la plataforma busca contribuir a la conformación de una sociedad digital inclusiva, desarrollando en las personas habilidades de búsqueda, selección y aplicación de información, así como de ciudadanía digital. Actualmente, MéxicoX cuenta con más de un millón y medio de usuarios y 200 MOOC en español.

Ética y regulación: el gran reto de la IA en el aprendizaje

A medida que la IA se integra en la educación superior, surgen preocupaciones sobre quién controla el aprendizaje con nuevas herramientas, cómo se usan los datos de los estudiantes y si los algoritmos pueden generar sesgos en la evaluación y admisión. En el país, se está implementando la Agenda Nacional de Inteligencia Artificial 2024–2030, impulsada por la Alianza Nacional de Inteligencia Artificial (ANIA), que propone una hoja de ruta para el desarrollo ético de la IA en México, abordando temas como políticas públicas, educación, ciberseguridad, inclusión y gobernanza.

Además, el almacenamiento masivo de información académica y personal plantea riesgos en términos de privacidad y seguridad. En este contexto, Martínez De Bartolomé expone que, “En UNIE Universidad hemos iniciado un camino hacia una integración responsable de la IA. Desde la aplicación de decálogos de uso para estudiantes y docentes, y protocolos; formación a nuestros docentes en nuevas metodologías, hasta la incorporación de contenidos sobre IA y pensamiento crítico en varios programas. Además, estamos generando espacios de reflexión compartida: masterclass, seminarios, proyectos donde la comunidad universitaria puede experimentar, debatir y construir una cultura del uso ético de la tecnología. Como digo en mi artículo, no se trata sólo de adaptarse, se trata de liderar el cambio con responsabilidad", resalta Ireide.

Desafíos y oportunidades de la IA en la educación

La actualización de la Política Nacional de IA en 2024, centrada en la gobernanza de datos, la inclusión digital y la ética, abre oportunidades para que las universidades lideren la formación de talento con visión crítica y humanista. Iniciativas como el Sandbox Regulatorio, impulsado por la Academia Mexicana de Ciberseguridad y Derecho Digital, ofrecen un entorno experimental donde las instituciones pueden explorar y ajustar marcos normativos aplicables a la educación.

Hoy, la IA representa tanto la herramienta más poderosa para personalizar el aprendizaje y optimizar la gestión académica, como un desafío en términos de equidad, privacidad y formación docente. Martínez De Bartolomé concluye que “la IA debe ser vista como una aliada, siempre que su integración se realice de manera consciente, responsable y ética. Consideramos que la IA ofrece oportunidades únicas para personalizar el aprendizaje, mejorar la productividad y la eficiencia administrativa y ampliar las capacidades de investigación. Sin embargo, es esencial mantener una visión crítica y asegurar que la tecnología complemente, y no reemplace, el juicio humano y la interacción social que son fundamentales en el proceso educativo."

Si bien la IA puede mejorar la calidad educativa y facilitar la personalización del aprendizaje, su implementación en México requiere normativas claras, formación ética en su uso y estrategias que garanticen su integración responsable en la educación superior. Las universidades enfrentan el reto de formar a profesionales que no solo dominen la IA como herramienta, sino que también sean capaces de utilizarla con responsabilidad, transparencia y un enfoque centrado en la equidad educativa.

Acciones y herramientas para la integración responsable de la IA

En el contexto de la transformación profunda que representa la inteligencia artificial para la educación superior, algunas instituciones como UNIE han asumido un compromiso activo con su integración ética y responsable. Esta universidad ha implementado una serie de acciones orientadas a promover una cultura tecnológica crítica e inclusiva. Entre estas medidas se incluyen la elaboración de decálogos de uso para estudiantes y docentes, así como la creación de protocolos institucionales que regulan la aplicación de estas tecnologías emergentes.

Asimismo, UNIE ha priorizado la formación de su cuerpo docente en metodologías pedagógicas adaptadas al nuevo escenario digital, incorporando contenidos sobre inteligencia artificial y pensamiento crítico en diversos programas académicos. A esto se suman iniciativas que fomentan la reflexión compartida, como masterclasses, seminarios y proyectos colaborativos, que permiten a la comunidad universitaria debatir, experimentar y construir colectivamente una visión informada y ética sobre el uso de la IA. Con estos pasos, la universidad se posiciona como un agente activo en la configuración de un modelo educativo que no solo incorpora tecnología, sino que también reflexiona sobre su impacto en la sociedad.

Foto: Especial.