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Estudio revela que el 37% de los altos cargos en México ya son femeninos, y más del 54% de ellas son madres

mujer ejecutiva

Las empresas con mayor liderazgo femenino registran hasta un 21% más de rentabilidad.

n los últimos años, las diferentes industrias de trabajo han estado marcadas por estructuras dominadas por hombres. Sin embargo, una ola de cambio liderada por mujeres visionarias está redefiniendo las reglas del juego. Desde el mercado de lujo hasta el financiero, el liderazgo femenino ha tomado fuerza con propuestas que equilibran estrategia, creatividad y conciencia social.

De acuerdo con datos de McKinsey y del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en México, el 37% de los cargos directivos ya están ocupados por mujeres, y las empresas que tienen al menos un 30% de liderazgo femenino en sus niveles altos pueden llegar a aumentar hasta en un 15% sus márgenes de rentabilidad.

En sectores como el lujo, donde la narrativa ha sido tradicionalmente masculina y excluyente, las mujeres comienzan a transformar no solo el discurso, sino los modelos de negocio. Tal es el caso de Fernanda Espinosa Portilla, fundadora de SOMOS, una agencia creativa con presencia en México, Colombia, Brasil y Estados Unidos, que ha liderado campañas para marcas como The Macallan, CASA Brugal y Brugal.

Su enfoque, centrado en la empatía estratégica, ha demostrado que construir desde la inteligencia emocional no solo es posible, sino rentable: la agencia ha optimizado sus inversiones digitales en un 40% en el último año, ha consolidado comunidades de alto valor y ha logrado mantener cuentas clave desde 2019. Más del 70% de su equipo son mujeres, y una parte considerable ha evolucionado profesionalmente dentro de la organización, ocupando hoy puestos de liderazgo.

A nivel global, este fenómeno se repite: Delphine Arnault en Christian Dior, Sandrine Sommer en Moët Hennessy y Aerin Lauder con su propia marca homónima son solo algunas de las figuras que demuestran que el lujo no está reñido con la sensibilidad femenina.

De hecho, cuando las mujeres ocupan roles clave en una organización, el desempeño económico mejora: las empresas que promueven la equidad de género reportan hasta un 21% más de probabilidad de obtener una rentabilidad superior a la media del mercado.

“Ser mujer no me ha hecho dudar ni un segundo de lo que podemos lograr. Hay espacio para una forma distinta de liderar, más humana, más sensible y profundamente eficaz. Liderar una agencia siendo mujer es más que un acto de resistencia. Es una afirmación de que sí se puede construir algo grande sin sacrificar nuestros valores", comentó Fernanda Espinosa.

En México, además, el 54% de las mujeres en cargos directivos son madres, desmitificando la idea de que la maternidad es incompatible con la toma de decisiones empresariales. Este nuevo liderazgo no pide permiso, construye estructuras flexibles, atrae talento diverso y pone sobre la mesa una conversación que va más allá de cuotas o discursos.

Más allá de cifras o logros puntuales, el trabajo de estas mujeres revela algo más profundo: una nueva forma de pensar el liderazgo, que no busca competir con modelos masculinos, sino construir nuevos referentes desde la autenticidad.

Foto: Especial.