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El 2° estudio del Observatorio Teatral explora fortalezas y debilidades en la vida de los proyectos escénicos del país

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Como parte del Observatorio Teatral, una iniciativa creada en 2020 para generar datos que permitan analizar los procesos, fortalezas y debilidades del quehacer teatral en México.

 

Teatro UNAM lanza segundo estudio que refleja una visión detallada del ecosistema de las obras y proyectos escénicos nacionales, desde su origen, procesos de creación, producción, programación y circulación, entre otros  

Nos presentan los resultados del segundo estudio enfocado en conocer la situación actual del ecosistema de las obras y proyectos escénicos en México, las razones de su origen desde lo artístico o económico, su proceso de creación, sustento, producción, programación y circulación, con el fin de generar y contrastar datos que nos ayuden a reflejar y dimensionar las diferentes formas de operación; así como conocer las constantes y debilidades en la vida de los proyectos escénicos en México.

Para obtener el segundo estudio, La vida y situación de los proyectos escénicos en México, levantaron una encuesta nacional entre el 8 de noviembre y el 15 de diciembre de 2022, dirigida a obras escénicas que hubiesen dado funciones entre el 1 de enero de 2021 y el 31 de octubre de 2022.

A través de 108 preguntas, divididas en 11 bloques enfocados en su origen, proceso de creación, ensayo y producción, información artística, equipo de trabajo, trayectoria, impacto que tuvo por pandemia, alcances en difusión y públicos, funciones ofrecidas, recursos económicos, financiación y condiciones laborales, participaron un total de 201 proyectos de todas las regiones del país.

Como resultado, el estudio comprende documentos específicos: un informe gráfico, frecuencias simples, tablas cruzadas en las cuales se ponderaron diversas variables para amplificar el panorama, como la zona geográfica, detonantes del proyecto, público al que está dirigido, bajo qué estructura de producción se realizó el proyecto, movilidad, rango de precios, formalidad laboral y la expectativa de calidad de vida en la profesión; así como archivos especializados como la base de datos.

“Tanto en los tiempos de la pandemia, como en las temporalidades pospandémicas, nació la necesidad y la obligación de repensarnos de manera profunda, lo que considero indispensable concebir no sólo de manera accidental para evitar que se convierta en una moda pasajera, sino en un ejercicio capaz de visibilizar el cuidado que requerimos para que el trabajo que realizamos siga existiendo y se fortalezca”, expresa Juan Meliá, director de Teatro UNAM y coordinador del Observatorio Teatral.

 

Con la premisa anterior, invitaron a Eduardo Nivón Bolán, antropólogo con especialidad en Políticas Culturales y Gestión Cultural a realizar un análisis sobre los datos recopilados a través del cuestionario y del cruce de información de las tablas de frecuencias simples y ponderadas.

“Este segundo estudio quiere conocer cómo se desarrollan [los proyectos escénicos en México], desde el punto de vista de los productores, directores y artistas. Estas actividades, a su vez, son observadas a partir de las formas de organización que los grupos teatrales adoptan”, plantea Eduardo Nivón.

Algunos datos significativos 

“En una primera lectura (...) encontramos tendencias que certifican nuestros modos operativos y al tiempo otros resultados que considero deben preocuparnos por ser claras muestras de debilidades y costumbres que no suman a los valores gremiales, ni dan seguridad ni estructura a nuestra vida teatral profesional, ni a nuestra cotidianidad como disciplina en sus diferentes líneas de trabajo”, reflexiona Juan Meliá en la presentación del segundo estudio.

Según el estudio, el espacio en el que se llevó a cabo la mayor parte de la escenificación de proyectos es el teatro a la italiana (45%) a diferencia de al aire libre (14%); una tendencia conocida, pero no atendida.

También se reflexiona sobre el público al que van dirigidas las obras y proyectos, ya que 73% de los proyectos respondió que el público principal al que van dirigidos es a adultos, mientras que sólo el 24% se encaminó hacia las infancias; lo que brinda la posibilidad de reflexionar en torno a la disminución de las obras dirigidas hacia los más pequeños. Además, destaca una mayor audiencia cuando se trató de piezas resultado de una convocatoria de programación.

En cuanto a los textos escénicos producidos en nuestro país, destaca la dramaturgia de creación nacional en un porcentaje del 83.6% de las puestas en escena; en contraste con el 7.2% de dramaturgia de ámbito internacional proveniente de los países: España, Estados Unidos, Canadá, Francia, Chile, Argentina e Inglaterra.

Respecto al género, existe un marcado desbalance en la dramaturgia, pues se observa que el 61.3% de las obras presentadas están escritas por hombres, el 36.2% por mujeres y un porcentaje del 0.9% indicado como No binario; esta desproporción aumentó en el caso de las obras presentadas por Casas productoras (72.6% de obras escritas por hombres) y se transforma positivamente en las obras producidas por Equipos de trabajo (72.8% de los proyectos fueron escritos por mujeres).

Sin embargo, esto se nivela en cuanto a la dirección de escena pues el 52% de las obras fueron dirigidas por hombres, el 46.2% por mujeres y el 1.4% por personas no binarias; en las obras producidas por Casas productoras el porcentaje es aún mayor (53.2% por mujeres y el 46.8% por hombres), y aún más en los Equipos de trabajo (mujeres 74.1%, hombres 25.9%).

En cuanto a la precariedad laboral, este 2º estudio refleja que sólo en una cuarta parte de los casos (24%) se firmaron contratos, siendo la Ciudad de México la zona donde mayormente se firmaron y se puede apreciar, por ende, en un mayor beneficio en el establecimiento de periodos de pago. Se apunta que más del 57% de las obras teatrales mexicanas durante el periodo analizado, sostuvo el pago de honorarios de la nómina de creadores escénicos y el mantenimiento de las funciones, vía los ingresos de taquilla.

Es de observar también, que sólo en el 26% de las ocasiones se hicieron pagos a los participantes por motivos de ensayos; y es de atención que ante la pregunta de si cuentan con una buena calidad de vida, el 49% respondió de forma negativa, siendo los principales aspectos la inestabilidad 68.3%, carga laboral excesiva 10.0%, múltiples trabajos 8.5% y la falta de seguridad social 6.7 por ciento.

Sobre la cantidad de representaciones de un proyecto escénico, de un total de 201 casos, poco más de la mitad tuvieron 20 representaciones o menos (el 29% entre 11 y 20 representaciones y el 22% menos de 10). Esto es que sólo el 20% de los casos alcanza más de 50 representaciones. Y en contraste, el tiempo de vigencia de los proyectos es relativamente largo, pues el 53% tiene una vigencia de menos de un año y el resto de un año o más. Una larga duración está asociada con el interés de la agrupación o con la participación en una convocatoria con fondos públicos.

Sobre el Observatorio Teatral

Surgió durante el confinamiento en 2020, como una reacción a la situación límite que vivimos y también para transitar los diversos caminos que se abrieron rumbo a la creación, reflexión y análisis. El 1er estudio: Operación de los espacios escénicos en México se enfocó en conocer las diferentes realidades en la operación tanto legal como administrativa, formas de contratación del personal, presupuestos, ingresos, programación, promoción y difusión, entre otros temas, tomando en cuenta una época prepandémica como fue el año 2019 en específico en número de funciones y público atendido. Lo anterior, para poder contar con datos conseguidos sobre una base más sólida, que la vivida en la incertidumbre de los dos últimos años de pandemia por el COVID-19.

Los trabajos del Observatorio Teatral, 1er estudio: Operación de los espacios escénicos en México y el 2º estudio: La vida y situación de los proyectos escénicos en México, pueden consultarse en www.teatrounam.com.mx

Foto: Cortesía.